viernes, 24 de abril de 2015

Homenaje a mi abuela

       Mi abuela se llama Carmen Rodríguez Lorenzo,es una mujer alta, delgada, muy guapa en sus tiempos jóvenes. Ahora mismo tiene 81 años, en agosto cumple 82. Es muy fiestera, le gusta mucho bailar, aún ahora a pesar de su edad, si va a una fiesta un par de bailes no se los quita nadie, dice que se siente joven, puesto que para su edad está muy ágil. Es bastante alegre, le gusta mucho el cotilleo, se entera de todo lo que pasa en el barrio sin casi salir de casa, le gusta mucho hablar, y cantar, siempre canta cuando arregla su habitación, y cuando cosía también cantaba siempre, pero muy bajito, no le gustaba mucho que le oyesen. 

       Siempre me cuenta historias de su infancia, como vivió la dictadura de Franco, aún que ella era pequeña, se acuerda de cosas,como por ejemplo; tenían cartillas de racionamiento, la gente que no estaba de acuerdo con las normas del dictador, la llevaban y no volvían, a cierta hora de la noche, no era precisamente la infancia que le gustaría vivir , vivían con un peligro constante. También me cuenta que en sus tiempos jóvenes ligaba mucho, y la verdad que en esos tiempos era muy guapa, siempre iba muy bien vestida, y a la moda puesto que desde muy joven fue y sigue siendo una gran modista, cosía para tiendas importantes de ropa por aquel entonces, y claro está ella vestía la ropa que se hacía. También me cuenta que cuando mi bisabuela estaba enferma, lo pasó bastante mal porque, era ella sola para cuidarla a demás estaba cuidando a una señora, que estaba encamada, y al mismo tiempo tenía que trabajar para poder tener algo de dinero para comprar algún medicamento y comida. Pero a pesar de todo era feliz, y siempre iba hacia delante, no dejaba que los problemas pudieran con ella. 

       Sin duda si tuviera que identificarla con un objeto,  lo haría con una máquina de coser. Era muy buena en lo que hacía, y todo el mérito que tenía se lo ganó ella poco a poco, puesto que nadie la enseñó a coser, era algo que se le daba bien, y empezó a hacerse sus faldas, sus cositas, y poco a poco se fue corriendo la voz, hasta ser una modista bastante reconocida en muchos lados, venía gente a la casa donde vivimos ahora para pedirle si le cosían para ellos, hasta llegar a coser como dije antes, para tiendas con bastante fama en la época. Hace unos años tuvo que dejarlo por problemas de espalda, y por la vista, pero aún así alguna cosilla para las bisnietas sigue haciendo.



   

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